ActualidadFIARedBull

Alpine y la FIA repudian los ataques contra Tsunoda

Durante el Gran Premio de Emilia Romaña en Imola, se desató una nueva polémica en torno al comportamiento de ciertos sectores del público de la Fórmula 1, luego de una serie de ataques en redes sociales dirigidos al piloto japonés Yuki Tsunoda. Todo comenzó durante la primera sesión de entrenamientos libres, cuando el piloto de Red Bull mostró una seña obscena a Franco Colapinto, quien dificultó el paso de varios corredores en pista mientras retomaba ritmo tras su regreso con Alpine. Aunque la escena quedó en una anécdota propia de un viernes de pruebas, el incidente fue seguido por una ola de comentarios abusivos hacia Tsunoda, algunos de ellos con contenido racista, en su cuenta de Instagram.

Franco Colapinto, consciente del impacto que tuvo el momento, se pronunció tanto antes del fin de semana como tras la clasificación, pidiendo respeto hacia sus colegas y reconociendo que Tsunoda tenía motivos para estar molesto. El joven piloto argentino intentó apaciguar los ánimos y apeló al comportamiento responsable de sus seguidores. Su equipo, Alpine, también salió al cruce de los ataques con un comunicado oficial en el que reafirmó su rechazo absoluto al abuso en línea, destacando la importancia de la empatía y el respeto hacia quienes forman parte del paddock. “Detrás del casco hay personas reales, con sentimientos y familias”, recordaron desde la escudería.

La Federación Internacional del Automóvil (FIA), a través de su presidente Mohammed Ben Sulayem, también manifestó su repudio a la situación, subrayando que el automovilismo debe ser un espacio de unidad y pasión, no de odio. Ben Sulayem aprovechó la ocasión para respaldar a ambos pilotos y remarcar la necesidad de actuar frente al aumento de los ataques en redes sociales, una problemática que no es nueva en el deporte. En este sentido, el titular de la FIA impulsa desde hace meses una campaña institucional para combatir el abuso digital, especialmente hacia los pilotos y sus entornos cercanos.

La situación en Imola no solo afectó a Tsunoda. Jack Doohan, piloto reserva de Alpine, también se vio envuelto en la controversia. Luego de ceder su asiento a Colapinto para los entrenamientos, una cuenta paródica publicó un video falso en el que su padre, el expiloto Mick Doohan, parecía burlarse del accidente sufrido por Colapinto en la clasificación. La desinformación, replicada por algunos medios, reavivó una oleada de insultos y mensajes ofensivos hacia Jack, quien en los últimos meses ya había sido blanco de comentarios similares. Doohan pidió públicamente que cesara el acoso, no solo hacia él, sino también hacia su familia.

Estos episodios vuelven a poner en el centro del debate la relación entre los fanáticos del automovilismo y el entorno digital. Si bien la Fórmula 1 atraviesa un momento de popularidad creciente, con una comunidad global cada vez más involucrada, ese entusiasmo a veces cruza límites preocupantes. El deporte, que siempre se ha alimentado de la pasión y el fervor del público, enfrenta ahora el desafío de contener y sancionar actitudes que dañan tanto a los protagonistas como al espíritu mismo de la competencia. La responsabilidad de promover un ambiente más saludable recae no solo en las instituciones y los equipos, sino también en cada aficionado que elige participar de este espectáculo mundial.

¿Te gustó la nota?

0
Me divierte
0
Me gusta
0
Me encanta
0
No lo sé

Deja un comentario