Hamilton se reinventa en Ferrari

Lewis Hamilton atraviesa una etapa de transición tan exigente como simbólica en su carrera deportiva. A sus 40 años, con siete títulos mundiales a cuestas y más de un centenar de victorias, el británico vive sus primeros meses como piloto de Ferrari en la temporada 2025 de Fórmula 1. El cambio de escudería, lejos de brindarle resultados inmediatos, lo ha enfrentado a nuevos retos en pista, con un rendimiento irregular que contrasta con los éxitos de su pasado. Sin embargo, Hamilton muestra serenidad y enfoque: quiere crecer en Ferrari y lo hace desde la convicción de que aún puede competir al más alto nivel.

Durante el día de medios del Gran Premio de Miami, Hamilton se mostró reflexivo y sincero ante la prensa. Al ser consultado inesperadamente sobre David Beckham, quien cumple 50 años este fin de semana, el piloto aprovechó para destacar el legado de su amigo tras retirarse del fútbol profesional. Más allá de una respuesta casual, sus palabras parecieron contener una dimensión personal: Hamilton está transitando una etapa que para muchos deportistas de elite marca el comienzo de la despedida. Pero si bien su actualidad en Ferrari no ha sido deslumbrante –más allá del triunfo en la sprint de Shanghái–, no da señales de querer bajar la persiana.

En ese sentido, sus declaraciones en Miami reflejaron un claro deseo de mejorar. Admitió que su llegada a Ferrari implicó una curva de aprendizaje compleja, con ajustes técnicos y logísticos que aún están en proceso. “Ha habido muchos cambios, se ha trabajado mucho desde mis primeros días para ajustar ciertas cosas, por ejemplo en el simulador, y todo el mundo ha respondido muy bien y me ha apoyado muchísimo. Así que lo he apreciado mucho”, explicó. También señaló que su adaptación no sólo pasa por lo deportivo: aún vive en Mónaco y no en Italia, pero disfruta sus visitas a Maranello, incluso si eso implica algunas tentaciones culinarias difíciles de resistir.

Hamilton también hizo mención a su participación en el mundo de la moda, en especial por su inminente rol como copresidente de la Gala del Met, el emblemático evento en Nueva York. Lejos de tratarse de una distracción, el piloto lo considera parte de su identidad fuera de las pistas. Aseguró que ha sido “un privilegio” trabajar con Anna Wintour, aunque admitió que no ha tenido tanto tiempo para dedicarse como en años anteriores. Su vínculo con la moda no parece competir con su carrera en Fórmula 1, sino complementarla, como una vía para explorar otros intereses sin perder el foco en el automovilismo.

El presente de Hamilton, en definitiva, se construye entre la búsqueda de redención con Ferrari y una vida personal activa y diversa. Mientras voces críticas como la de Ralf Schumacher sugieren que debería considerar el retiro, él se mantiene firme en su compromiso con la escudería italiana. Sus palabras en Miami no fueron las de alguien resignado, sino las de un deportista que, pese a las dificultades, aún cree en su capacidad de reinventarse. Y aunque los resultados todavía no lo acompañan del todo, su mentalidad y experiencia parecen ser las mejores armas para enfrentar el nuevo capítulo que ha elegido escribir.