La pesadilla que vivió Alonso en el GP de brasil
Fernando Alonso vivió un fin de semana para el olvido en el Gran Premio de Brasil. A pesar de las altas expectativas y un ritmo prometedor en la clasificación, el asturiano se vio obligado a abandonar la carrera tras una serie de problemas mecánicos que dejaron al descubierto las fragilidades del Aston Martin.
“Teníamos un coche mejor esta mañana, pero tuvimos que cambiar piezas e ir a otros componentes con menos prestaciones”, lamentó Alonso tras la carrera. El cambio de componentes, una medida necesaria para solucionar problemas previos, resultó ser un jarro de agua fría para el piloto español, que vio cómo el rendimiento de su monoplaza se veía comprometido.
Los problemas no se limitaron a los cambios de piezas. Los suelos del coche, elementos clave para generar carga aerodinámica, no funcionaron como se esperaba. “Íbamos con diferentes suelos que hemos identificado que iban peor”, explicó Alonso. Esta falta de agarre y estabilidad dificultó enormemente la conducción del coche.
Pero si hay algo que marcó especialmente a Alonso, fueron los problemas con los frenos. “Hemos tenido problemas con los frenos… era como tirar del freno de mano en las curvas”, describió el piloto asturiano. Esta situación límite puso en riesgo no solo el resultado de la carrera, sino también la integridad física del piloto.
El porpoising, ese molesto rebote que afecta a muchos coches de la parrilla, también hizo acto de presencia en el Aston Martin de Alonso. “En la segunda parte de la carrera, el coche tenía mucho porpoising”, afirmó el español. Este fenómeno, además de perjudicar el rendimiento, causa un gran desgaste físico para los pilotos.
“En condiciones normales no habría acabado, pero había que hacerlo por los mecánicos, por mí, que lo he pasado un poco mal, por la gente de Valencia, que está en peores situaciones de lo que he estado yo hoy”, afirmó Alonso, demostrando una vez más su profesionalidad y su compromiso con el equipo.
La acumulación de problemas mecánicos a lo largo de la temporada está empezando a minar la confianza de Alonso. El piloto asturiano, conocido por su tenacidad y optimismo, ha mostrado públicamente su frustración en varias ocasiones. Esta situación, unida al dolor físico provocado por el porpoising y los problemas en los frenos, podría afectar su rendimiento a largo plazo si no se encuentra una solución rápida y efectiva.
Más allá de los problemas mecánicos, Alonso también criticó la falta de rendimiento de los neumáticos. “No tenemos los neumáticos para la máxima categoría del automovilismo. Siempre tenemos aquaplaning y accidentes”, señaló el piloto español, poniendo el foco en un aspecto que, según él, limita el potencial del coche.
En definitiva, el Gran Premio de Brasil ha sido una dura prueba para Fernando Alonso y para Aston Martin. Los problemas mecánicos, la falta de fiabilidad y el rendimiento irregular del coche han dejado un sabor amargo en boca del piloto español. Sin embargo, Alonso ha demostrado una vez más su carácter y su determinación, y ha dejado claro que no se rendirá y seguirá luchando por conseguir los mejores resultados posibles.