Max desobedeció orden de su ingeniero
El Gran Premio de Baréin dejó como ganadores a los pilotos de Red Bull con el primer 1-2 de la temporada para el equipo en una carrera en la que no tuvieron rival con Charles Leclerc fuera por problemas de fiabilidad y Carlos Sainz con problemas en su monoplaza por la alta degradación de neumáticos.
Red Bull tuvo una carrera muy cómoda luego que Sergio Pérez superara en pista a Charles Leclerc con un adelantamiento magnífico con el que el mexicano tomó la posición P2; el equipo solo tuvo que gestionar neumáticos y tiempo de vuelta para sacar un resultado limpio y que hoy les permite liderar la tabla del mundial de constructores con 43 puntos.
Max Verstappen desde el inicio de la carrera sacó ventaja de sus perseguidores; fue Checo quién tuvo que batallar ante los Ferrari en una salida muy comprometida para el de Guadalajara que perdió la posición al inicio con el monegasco defendiéndose además de los envites de Carlos Sainz.
Luego de la vuelta 41/57 los Red Bull iniciaron una persecución en silencio con Checo Pérez queriendo disminuir el tiempo que le tomaba de ventaja Max; el neerlandés que busca revalidar el título de bicampeón empezó a apretar más hasta que su ingeniero intervino.
Gianpiero Lambiasi, ingeniero de Max Verstappen le ordenó cumplir con un tiempo de vuelta de 37.0 a modo de no forzar el motor en una carrera ya ganada para los austriacos; el holandés respondió que no le importaba bajar ese tiempo siempre y cuándo Checo también marcara ese tiempo de vuelta.
Aunque la orden fue girada por su ingeniero, Max desobedeció a lo que Lambiasi le dijo: “Max, estoy viendo +.7 en el dash, me voy a aburrir de esto; así que por favor, hazlo”.
Checo tiene un monoplaza casi idéntico al de Max; eso se demostró en la clasificación dónde el mexicano casi calcó los tiempos en cada sector en la Q3 para conseguir la primera línea de la temporada para Red Bull; Max lo sabe, un error del neerlandés permitirá al mexicano seguirle los pasos en la tabla general de pilotos por el campeonato.
Sin rivales, la lucha entre los pilotos de Red Bull se pondrá candente.