Alexander Albon

Nacido en Londres pero compitiendo bajo la bandera de Tailandia, la primera palabra de Alexander Albon fue de hecho italiano. Esa palabra fue Ferrari, aunque fue con otro equipo italiano donde tuvo su gran oportunidad en la F1.

Idolatrando a Michael Schumacher y soñando con competir algún día en la Fórmula 1, el joven Albon fue superado por el título de GP3 de 2016 por un tal Charles Leclerc. Luego dejó su gran amistad con George Russell en la pista cuando llevó la lucha por el título de Fórmula 2 de 2018 hasta el último momento.

Graduado en la gran liga de F1 junto con otro contemporáneo, Lando Norris, en 2019, Albon habló en la pista con Toro Rosso en las primeras carreras, ganando un ascenso a mitad de temporada a Red Bull Racing.

Albon, un elegante adelantador con una mentalidad de campeonato, no se inmutó al asociarse con Max Verstappen en la segunda mitad de su temporada de novato, logrando resultados entre los seis primeros en ocho de sus nueve carreras de 2019 con Red Bull.

Mantenerse en contacto con el futuro campeón resultó más difícil en 2020 y Red Bull lo eliminó de su alineación de carreras. Sin embargo, de manera crucial, Albon fue retenido como piloto de prueba y de reserva, manteniéndolo en el radar de los jefes de equipo, lo que lo llevó a su regreso a la parrilla en 2022 con Williams.

Relajado y alegre con una sonrisa descarada, el corredor tailandés es popular entre sus compañeros, lo que no siempre es fácil en el caldero de la competencia del automovilismo, pero no se tiene éxito en la Fórmula 1 siendo popular. El desafío de Albon ahora es grande: aprovechar al máximo una rara segunda oportunidad de F1.