Red Bull busca más estabilidad sin perder velocidad

Red Bull está en pleno proceso de ajustes para la próxima temporada de Fórmula 1, con el objetivo de mejorar el rendimiento y la estabilidad de su monoplaza. La temporada pasada dejó claro que el RB20 era extremadamente rápido cuando lograba la configuración adecuada, pero también mostró dificultades cuando la puesta a punto no estaba dentro de su margen óptimo. Esto afectó especialmente a Sergio “Checo” Pérez, mientras que Max Verstappen pudo adaptarse mejor a estas condiciones. Ahora, de cara al 2025, la escudería trabaja en ampliar la ventana de rendimiento del RB21, asegurando que sea más fácil de ajustar en distintos circuitos sin comprometer su velocidad en la pista.

Uno de los principales desafíos que enfrenta el equipo es encontrar el equilibrio entre mantener un auto competitivo y hacer que su manejo sea más accesible para ambos pilotos. Pierre Waché, director técnico de la escudería de Red Bull, explicó que lo más importante no es necesariamente ampliar la ventana de rendimiento, sino ser capaces de encontrar la configuración ideal para cada circuito. Según Waché, otros equipos también tienen autos rígidos, pero la clave está en comprender cómo sacar el máximo provecho del monoplaza en cualquier condición. En ese sentido, la escudería busca mejorar su capacidad de adaptación sin reducir el potencial general del auto.

Los resultados de la temporada pasada reflejaron esta problemática. En carreras como Qatar, Red Bull tuvo dificultades en la clasificación y en la carrera sprint, pero el domingo logró encontrar la puesta a punto ideal y Max Verstappen pudo imponerse con autoridad. En otras ocasiones, cuando no lograban alcanzar ese punto óptimo, el desempeño del auto se veía afectado significativamente. Esto demostró que el RB20 tenía un margen de operación demasiado estrecho, lo que ponía en riesgo la consistencia del equipo en diferentes fines de semana de Gran Premio.

Christian Horner y Helmut Marko han adelantado que el RB21 tendrá una ventana de reglaje más amplia, lo que permitirá un mejor ajuste sin sacrificar su velocidad. Waché, sin embargo, señala que no se trata solo de hacer que el auto sea más fácil de manejar para los ingenieros, sino de asegurarse de que los pilotos puedan extraer su máximo potencial. Red Bull ya aplicó algunas de estas mejoras en el paquete de actualizaciones introducido en Austin, lo que permitió que el equipo volviera a un mejor nivel de competitividad hacia el final de la temporada.

Para la próxima temporada de Red Bull, el desafío será mantener el equilibrio entre la velocidad y la manejabilidad del monoplaza. Waché insiste en que el objetivo es seguir buscando mejoras sin comprometer el rendimiento global del auto. La experiencia del año pasado dejó claro que el equipo debe ajustar su enfoque para garantizar un coche rápido en la pista, pero que también permita a los pilotos explotar su capacidad al máximo en cada circuito. Red Bull confía en que estos cambios los mantendrán al frente de la parrilla y les permitirán defender con éxito su dominio en la Fórmula 1.